Medio ambiente y sostenibilidad: cómo ser un consumidor responsable
Un Buen Consumidor debe tener como una de sus pautas esenciales llevar a cabo un consumo responsable y sostenible y para ello debe cuidar de los recursos a su alcance.
La importancia del reciclaje se antoja fundamental para iniciarse en el camino de la responsabilidad como usuarios. Depositar cada residuo en su contenedor correspondiente para poder evitar su degradación en la naturaleza así como darle una segunda vida al material nos asegura poder vivir en un entorno más favorable. Para nosotros y para nuestras futuras generaciones.
El problema del plástico es una de las grandes dificultades a la que nos enfrentamos. La resistencia de este material hace que su degradación se desarrolle durante siglos, con sus consiguientes perjuicios. Mares y océanos, animales y nosotros mismos ya sufrimos las consecuencias de su uso debido a su poder de contaminación y daño al ecosistema. Tan solo una bolsa de plástico puede tardar más de 150 años en descomponerse.
Por ello, un Buen Consumidor debe intentar reducir su consumo de plástico, pudiendo optar por envases reutilizables de otros materiales o apostando por plásticos biodegradables. Si además tenemos ocasión de reducir nuestra cantidad de residuos, todavía se ayudará más a beneficiar al medio ambiente. Una opción para ello es adquirir productos con menor envasado, como comprar la fruta o legumbres al peso o granel en lugar de bandejas ya preparadas.
Y es que, hoy día, tenemos a nuestra mano, de forma sencilla, la posibilidad de enviar cada residuo a su contenedor correspondiente, sobre todo de elementos que suponen un gran impacto en el entorno. Depositar el aceite usado en el contenedor naranja evita que se puedan llegar a contaminar 40.000 litros de agua por cada litro de aceite que se tira a las tuberías. Una pila puede contaminar durante 1.000 años, por lo que depositarla en su contenedor de reciclaje evitará que acabe en nuestro medio.
Además, nuestras costas se enfrentan actualmente a otro problema añadido: las toallitas higiénicas. A pesar de que muchos envases indican que son biodegradables, no es cierto y acaban formando enormes montañas que contaminan y generan atascos en tuberías y depuradoras. Estas toallitas siempre deben depositarse en las papeleras y nunca ser arrojadas por el WC.
El uso responsable de recursos tan vitales como el agua también forma parte de la conducta del Buen Consumidor. Dispositivos de ahorro, hábitos sostenibles en su uso o la concienciación del problema de las sequías ayudarán al mantenimiento y disfrute de este elemento tan básico para la vida, notándose también el correspondiente ahorro en las facturas.
Por todo ello, seguir conductas responsables e inculcarlas en las nuevas generaciones sin duda beneficiará al mantenimiento de nuestros recursos y entorno.
Publicamos este sexto punto del Decálogo del Buen Consumidor enmarcado en un proyecto que llenará de consejos, ideas e información básica a los ciudadanos y ciudadanas con la colaboración de la Delegación de Salud de la Junta de Andalucía. Cada mes – hasta diciembre – se publicará en nuestra web y redes un punto del decálogo con lo más destacado y fundamental de cada materia, para conseguir a través de su conjunto un compendio básico para ser un Buen Consumidor.
¿Qué es ser un Buen Consumidor - BC? Sexta Pauta
Un BC realizará un consumo responsable de los recursos, apostando por la reducción de residuos, el reciclaje y prácticas sostenibles para generar el menor impacto negativo posible en el medio ambiente.