- Los accesos a la Feria del Cortijo de Torres y el botellón, las quejas más frecuentes en la feria.
- El transporte metropolitano, Autobuses Portillo, sigue siendo muy deficitario.
Es indudable que la Feria de Málaga sigue siendo punto de encuentro y diversión para millones de personas; visitantes y malagueños. Lo que es más cuestionable es que nuestra fiesta más popular mantenga su esencia o guarde relación con las fiestas que se celebraban en sus orígenes. Un tema de debate para muchos y preocupante para la Unión de Consumidores. En cifras, la Feria cierra con un balance "positivo" en lo que a visitas se refiere, con casi los seis millones registrados en ediciones anteriores. No obstante, y aunque el número de visitas se haya mantenido, la crisis se ha vuelto notar en la caja, manteniéndose la previsión inicial de 55 euros de gasto medio por persona.
El transporte metropolitano, Autobuses Portillo, sigue siendo muy deficitario.
EMT
Sin lugar a dudas, la nota positiva de la Feria se la lleva la empresa malagueña de transportes por el buen servicio prestado. La puntualidad, regularidad del servicio, amabilidad del personal e higiene de los transportes ha sido lo mejor valorado por los ciudadanos que para evitar el caos en sus desplazamientos han optado por subirse al autobús. Un total de 1,4 millones de usuarios han utilizado este servicio durante los días de Feria. La carencia de lugares habilitados para particulares para la subida y bajada de pasajeros, la reducción de plazas de aparcamiento o los inconvenientes en los accesos de la feria para entrar y, sobre todo, para salir del Cortijo de Torres han protagonizado las quejas más frecuentes en el área de movilidad.
AUTOBUSES PORTILLO
Si en la cara de la moneda está la EMT, en el revés encontramos a la empresa de autobuses Portillo que, lejos de ayudar a conectar la Feria con los visitantes de la provincia de Málaga sigue sin proporcionar un servicio a la altura de las circunstancias.
En ese sentido, la Unión de Consumidores se lamenta de que el esfuerzo realizado por instituciones y marcas de la provincia en las Ferias Internacionales de Turismo a la hora de promocionar la Feria de Málaga como destino en las vacaciones, se vea mermado porque estos turistas que pasan sus vacaciones en localidades como Benalmádena, Marbella, Estepona, Nerja o Torrox no encuentren una solución a sus desplazamientos para visitar la Feria de Málaga.
TURISMO DE CRUCEROS
Desde el pasado 12 de Agosto que comenzara la Feria y hasta el pasado fin de semana, 5 buques crucero atracaron en el recién estrenado Puerto de Málaga; un total de 18.000 cruceristas pisaron tierras malagueñas, pero no su Feria; los horarios de llegada de los barcos, así como las excursiones programadas no incluían o contemplaban de manera expresa nuestra fiesta más popular, algo de lo que se lamenta la Unión de Consumidores de Málaga; sobre todo, por la buena oportunidad de negocio para los restaurantes, bares y casetas del centro histórico.
EL BOTELLÓN
La facturación de los hosteleros y las casetas sigue cayendo; barras de alcance en la plaza de la Constitución y calle Bolsa y de tiendas "reconvertidas" por otros encalves de la ciudad que se han dedicado a vender alcohol durante estos 9 días han propiciado que los bares y hosteleros de la ciudad vean mermadas sus ganancias.
Estos "establecimientos no autorizados", pequeños supermercados y comercios del centro convertidos en improvisados expendedores de bebidas, que durante los días de la Feria "han crecido indiscutiblemente", contribuyendo al desarrollo del botellón y, consecuentemente al deterioro de la imagen de nuestra Feria. Restos de basura, deterioro de la imagen y mobiliario urbano, meódromos en plena calle son algunas de las estampas que aún forman parte de la imagen de la Feria de Málaga. Sin duda, una fotografía que, lejos de recuperar la imagen de esta fiesta de antaño, cargada de tradición y de esencia malagueña, sigue suscitando polémica entre diversos sectores.
Los mismos que reclaman medidas para acabar con esta práctica. Hosteleros, peñistas, vecinos, instituciones, el propio alcalde de Málaga y la Unión de Consumidores coinciden en que el botellón no debe de formar parte de la Feria de Málaga. En este sentido, el Presidente de la Unión de Consumidores, Jesús Burgos, se alinea a la opinión del presidente de la Federación Malagueña de Peñas, Jesús González, que aboga por eliminar totalmente el botellón en favor de una feria más tradicional.
Desde esta asociación se propone la creación de una mesa activa con todos los agentes implicados, así como administraciones competentes, para trabajar por una feria que mantenga su esencia original.
Este año, la Unión de Consumidores ha recibido numerosas quejas a este respecto.
La suciedad que propicia, el ruido y los altercados que se suelen producir en la zona de botellón son razones más que suficientes para erradicar esta práctica. Muchos de los que se reúnen entorno al botellón se refugian en la carestía de los precios en las casetas o en los bares de las bebidas.
Pero, por supuesto, el balance de esta Feria 2011 también nos deja cosas muy positivas; por ejemplo, el descenso de incidentes ocurridos durante el transcurso de los festejos, con 16.503 intervenciones de la Policía Local. Lo mismo que, el buen rendimiento de los hoteles de la ciudad, que tuvieron una media del 85% y muchos alcanzaron el 100% los dos fines de semana.